TESTIMONIO MANGA GASTRICA JUAN

Mi historia es como la de casi todos vosotros, una vida de dietas bajando de peso lentamente para cogerlo multiplicado después y además rápidamente. No le veía solución y me planté con la friolera de CIENTO SETENTA Y CINCO Kg. Entonces me hice la pregunta que también vosotros me imagino os hacéis: -¿qué hago?- .
Primero pensé en cómo estaría dentro de años y me di cuenta de que pesaría mas de DOSCIENTOS Kg. y seguramente tendría muchos problemas relacionados con el sobrepeso, que ya empezaban a aparecerme: hipertensión, dolores de espalda, dolor de rodillas, apnea y demás. En ese momento me di cuenta de que mi única posible solución era una operación de reducción de estomago.

Acudí a IntraObes porque un médico amigo mío me lo recomendó. Cuando fui a la primera visita y me explicaron cómo sería la intervención, y lo más importante, vi la seguridad y tranquilidad que trasmitía el médico, me decidí con cierto temor ya que fue mi primera intervención.

 El cirujano vio oportuno realizarme una Gastrectomía Vertical y después de explicarme las ventajas de esta técnica, me pareció la más indicada.

La operación fue excepcional me sentí bien inmediatamente después de haberme operado sólo con una leves molestias por la tirantez de los puntos de las pequeñas incisiones de la laparoscopia. Esto que os cuento es realidad, aunque parezca increíble me operaron un sábado VEINTE de Junio de y el martes VEINTI TRES de Junio de estaba disfrutando de una visita al “Oceanográfico ”, con mi esposa.

El seguimiento por parte de los profesionales de IntraObes ha sido y es excepcional. Tanto el cirujano, como la nutricionista y la psicóloga me han aconsejado he instruido de forma eficaz ante cualquier duda que me surgiera. Los he tenido a mi disposición en cualquier momento del día, incluso en días festivos.

Ahora duermo bien y no me levanto con dolor de cabeza y con ganas de seguir y seguir durmiendo. Para mí lo más importante es que tengo dos hijas pequeñas una con años y otra con y ahora puedo jugar con ellas y llevarlas al parque sin temor al dolor de espalda y sin preocuparme por si se me escapan corriendo y no poder cogerlas a tiempo.

En definitiva, sé que los temores a una operación son lógicos pero “a toro pasado”, como se dice en mi tierra, me doy cuenta de que esta intervención es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida.

Juan

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